El Policía

Hay muchas profesiones y vocaciones especialmente nobles: el médico que quiere salvar vidas, el abogado que busca justicia, el maestro que educa y protege. Pero hay una profesión y una vocación que reúnen las cualidades del servidor público, pero con una gran particularidad que es la de estar dispuesto a dar la vida para cuidar y proteger al otro. No existe otra profesión que implique tanta disposición vital.

El juramento que deja atrás al civil, que transforma a un ciudadano y lo coloca como servidor público, es elocuente: "¿Juráis por vuestro honor defender la patria, la Constitución y las leyes de la nación con la práctica constante de una vida digna consagrada a cumplir vuestro deber de tutelar el orden de la República aún con el sacrificio de vuestras propias vidas?".

Recién luego que se da esa respuesta, recién luego, nace el policía. Ese juramento transformador es la afirmación mayor del compromiso hacia otro.

Desde ese momento, sabe que el riesgo lo acompañará siempre. A partir de allí la incertidumbre existencial. El policía que sale de su casa cada día saluda a sus hijos, a su familia, sin saber si retornará. Quizás se interponga entre su salida y el retorno el ataque de un delincuente. Su vida estará siempre supeditada al peligro. Esa demoledora certeza del riesgo es parte de la vida del policía. No es algo impensado, no es una circunstancia accidental, él juró poner su vida en defensa de otros. Esa voluntad de anteponer la vida de los otros a la suya define a la vocación.

La sociedad tiene que respetar, reconocer y agradecer ese espíritu mayor de servicio. El policía es el soporte de la ley: es, como dicen los españoles, la ley actuando. La sociedad tiene que cuidar a quienes la cuidan, a quienes ponen en juego la vida en su defensa.

Duele ver cómo algunos atacan sin pudor a la Institución Policial, sin fundamentos y sin miramientos. Sin comprender la función policial y la dedicación que ella conlleva. Pero allá ellos, allá quienes atacan sin saber - o sabiendo pero sin importarles-. Lo cierto es que la sociedad uruguaya respalda, confía y agradece a su Policía.

Como dice el himno de la Policía Nacional: "formamos la guardia del pueblo, de paz, de trabajo y de bien. Nos aman los hombres honrados y el crimen nos ve con temor".

Esta Administración ha asumido desde el primer día el compromiso por darle respaldo a la policía. Respaldo moral, político, jurídico y material. Así se viene haciendo y así se hará.

Dr. Luis Fernando Calabria

Director General de Secretaría del Ministerio del Interior

 

Montevideo, 11 de mayo de 2022

Departamento de Comunicación y Proyectos